El Club Sport Herediano inicia esta noche una final más y ante el Deportivo Saprissa, un rival frecuente en los últimos tiempos. Será la tercera final al hilo y esta vez el Team no puede fallar, en el cierre de un torneo muy particular
El equipo rojiamarillo llega a esta instancia luego del parón de 10 días, mientras esperaba rival, un parón al que debió sacar el máximo provecho posible. Tan cierto que Saprissa llega con más ritmo competitivo es como que Herediano llega fresco y sobretodo con un estudio profundo del rival. Jeaustin y su cuerpo técnico tomaron nota exhaustiva de las series anteriores y saben que en esta no se vale cometer errores.
Herediano debe potencializar sus virtudes y agrandar las deficiencias moradas: el orden táctico se debe imponer y la concentración debe ser máxima. El Team debe recurrir a su ADN histórico, la pelota al piso y los circuitos de juego en el medio campo serán vitales. Un aspecto táctico vital será no pelotear favoreciendo el trabajo de
Waston y David, fuertísimos arriba pero torpes por abajo. El liderazgo de hombres como Alvarado, Yeltsin, Yendrick, MacDonald y Ortiz es vital, pues estas finales se ganan con personalidad y colmillo. Anular la generación de juega saprissista pasa por anular a Marvin Angulo -quien es el cerebro morado- minimizando así las conexiones con los atacantes tibaseños.
Se viene final de dientes apretados. Esperamos una serie que le haga honor a ese título de “Clásico del buen futbol”. A partir de las 6 de la tarde se empieza a escribir la historia. Rojiamarillos y morados tienen la palabra.
✍🏻 Bernal Arce.